Heal, Heal My (Inner) Child
(Spanish translation below English / Traducciòn al español debajo)
Historically, Psychotherapeutic approaches have focused on immediate solutions. This approach fits within our society’s desire for an accelerated pace and quick, tangible outcomes.
Our collective imagination does not see psychotherapy as a journey, a journey of returning to the inner wisdom that resides within us, a journey of infinite possibilities. On the contrary, society sees psychotherapy as a treatment focused cure, where an expert provides magical strategies to regulate anxiety or mitigate stress, without discomfort or effort.
Don't get me wrong- tools are important in the therapeutic process. Tools are useless, if we do not understand our wounds that require tools to heal. Without the work of our internal selves, we end up relapsing into our same dysfunctional patterns that continuously re infect the wound.
When I ask myself, what do all human beings have in common? I come to the same answer: we all have a wounded child that lives within us. That child may have been wounded from different systems and in different ways, (especially if the child belongs to a group oppressed by our homophobic, transphobic, racist, and clacist society) but in the end, even if our identites are filled with privilege, we all have been injured, in one way or another.
It has been empirically validated that our lived experiences from birth to six years of age deeply influence who we are. During these first years of life, our brain is absorbing all of our experiences, and unconsciously develops survival strategies to navigate what life throws at it. These survival strategies help us resiliently adapt and change to get our primal needs met. As we grow older, these beliefs and survival strategies are reinforced, creating our way of being in the world.
This is how we live; unconsciously recreating and repeating patterns. We become experts at avoiding and numbing our emotions with excessive work, exercise, drugs, alcohol, perfectionism, and the need to please. We numb because deep down, we are unhappy and stuck in our cycles, with our bodies, self-worth, inability to set clear and flexible boundaries in our relationships, co-dependencies, and we are incapable of engaging in healthy intimate relationships.
The therapeutic path is one of awakening. Where we can be responsible for responding less automatically and more consciously to what life presents to us. In this journey, meeting that wounded child, who forever lives within us, and who makes many of our decisions, is a complex, uncomfortable and wonderful experience. The path leads to an understanding that many things are out of our control, but giving love, acceptance, compassion, and kindness to that child, is something that is in our control.
In re-parenting this inner child and healing old wounds, you will discover other parts of your being that need attention, acceptance and love, by the only person that can provide that healing - you-. You will discover that providing space and love for these parts of you, will help redirect your responses as an adult and will break patterns, not only within yourself, but even intergenerationally.
Some strategies that psychotherapists utilize to help their clients in this challenging but rewarding journey of healing their inner child as a part of the therapeutic process, are the following:
Guided meditations to meet, have an internal dialogue and provide a safe space for your inner child
Write letters or keep a diary expressing love, gratitude and forgiveness for your inner child.
Experiential activities with childhood photographs to have a profound and genuine dialogue where they can express their needs.
Do activities to bring joy to that inner child (dance, play, draw, color, sing, listen to music), connect with them and ask them what they want to do
Use mantras/ affirmations to connect to your inner child (“you are safe” “your are loved”)
These exercises can be recreated in and outside of sessions, but it is always recommended to do this with the help of a professional that can guide you and with whom you have created a secure relationship, to ensure physical and emotional safety. THIS IS CRUCIAL FOR THE HEALING JOURNEY!
Daring to heal requires courage as the journey of psychotherapy is sometimes uncomfortable. However, the satisfaction of finding a more authentic, imperfect and complex way of being in the world every day is the most beautiful gift you can give to yourself and this world.
“The cry we hear from deep in our hearts comes from the wounded child within.”
Thich Naht Hahn
References
Abraham J. (1995). Reclaiming the Inner Child. London: Thorsons
Eliot L.( 2000). What's going in there?: How the brain and the mind develops in the first five years of life. New York: Bantam Books.
Sana Que Sana
Durante años los enfoques psicoterapéuticos orientados a la solución inmediata han sido los más usados en la sociedad; claro, esta tendencia va de la mano con este ritmo acelerado, y a veces desesperado por encontrar resultados rápidos tangibles a los problemas que nos rodean. Es por eso, que el imaginario colectivo, no percibe la psicoterapia como lo que es: una travesía con infinitas posibilidades, carente de aciertos y desaciertos, una manera de entender cómo navegar el mundo a través de nuestrx sabix interior. Buena parte de la sociedad, ve la psicoterapia como un remedio, una cura, donde un experto llega a proveer soluciones mágicas para regular la ansiedad, o mitigar el estrés, sin que el proceso implique esfuerzo o incomodidad.
Aunque las herramientas son importantes en el proceso terapéutico deben ir de la mano con introspección, donde reconocemos nuestras heridas, las entendemos y terminamos por mirarlas a los ojos; si no las herramientas se desperdician, porque vamos a terminar recayendo en los mismos patrones disfuncionales que tanto sufrimiento nos generan.
Cuando me pregunto Qué tenemos en común los seres humanos? llegó a la misma respuesta: todxs tenemos un niñx heridx que habita dentro de nuestro ser. Ese niñx pudo haber sido heridx a diferentes niveles, y de distintas maneras, especialmente si pertenece a un grupo oprimido, por ejemplo producto de una sociedad homofóbica transfóbica, racista y clasista, pero al final, sin importar el nivel de privilegio en el que hayamos crecido, todxs hemos sido heridxs de alguna manera.
Es abrumadora la evidencia que asegura que las experiencias vividas de los cero a los seis años de edad influencian profundamente lo que somos. Durante estos primeros años de vida, nuestro cerebro absorbe como una esponja todas nuestras vivencias, y desarrolla de forma inconsciente, estrategias de supervivencia para navegar lo que la vida le vaya presentando, para así adaptarse, y convertirse en un ser aceptable dentro de su entorno. A medida que crecemos, estas creencias y estrategias de supervivencia se refuerzan y así, poco a poco, creamos nuestra forma de ser y estar en el mundo.
Así es como vamos viviendo la vida; dormidxs, recreando y repitiendo patrones de forma inconsciente. Sin permitirnos sentir, porque nadie nos enseñó cómo, adormeciendo nuestras emociones con trabajo y ejercicio excesivo, drogas, alcohol, la necesidad de agradar, o buscando el perfeccionismo; pero en el fondo, muchas veces sintiendo infelicidad con nuestros cuerpos, con carencias en nuestra estima, con incapacidad de poner límites claros y flexibles en nuestras relaciones, dependientes, obsesivos, sin poder establecer sanas relaciones íntimas.
El camino terapéutico es una de las formas de despertar, y hacernos responsables de responder de manera menos automática y más consciente, frente a lo que la vida nos trae. En este caminar, encontrarnos con ese niñx heridx, que habita dentro de nosotrxs y que toma muchas de nuestras decisiones, no es un ejercicio fácil y puede ser incómodo, pero si se realiza con consciencia puede ser maravilloso. Se trata de comprender que aunque muchas cosas están fuera de nuestro control, tenemos en nuestras manos la decisión de darle amor, aceptación, compasión y amabilidad a ese niñx, mediante un proceso de caminar hacia el interior.
Empatizar con ese niñx y generar sintonía con sus necesidades, es fundamental, aún si creció rodeadx de amor familiar, ese ninx siempre tendrá heridas generadas por otros contextos, o de forma inconsciente por nuestrxs padres y sus niñxs interiores buscando sanar de forma equivocada.
En este ejercicio de re-crianza y sanación, descubrirás otras partes de tu ser que necesitan atención, que necesitan ser aceptadas y amadas por la única que persona que puede hacerlo de forma incondicional - tu mismx-. Además, irás descubriendo que al proveer espacio y amor a esta parte de ti, podrás redirigir tus respuestas como adulto, para romper patrones y paradigmas, no solo de ti mismx, sino incluso, de traumas o heridas que han pasado de generación en generación a lo largo de tu historia familiar sin que a veces te hayas dado cuenta de ello.
Algunas estrategias que utilizamos los psicoterapeutas en este retador pero maravilloso camino de sanar a tu niñx interior, como una parte del proceso terapéutico, son las siguientes:
Meditaciones guiadas para encontrarse, tener un diálogo y proveer un espacio seguro para ellx
Escribir cartas o llevar un diario expresando amor, gratitud y perdón a tu ninx interior.
Actividades experienciales con fotografías de la niñez para tener un diálogo profundo y genuino, para darle espacio a las necesidades de ellx,
Hacer actividades para darle alegría a ese niñx interior (bailar, jugar, dibujar, cantar, escuchar canciones, colorear), conectarse con ellx y preguntarle qué quisiera hacer.
Usar afirmaciones o mantras para conectar con tu ninx interior (“eres amado” “estás a salvo”)
Estas actividades se pueden recrear dentro y fuera del proceso terapéutico, pero el acompañamiento de un profesional, con quien hayas creado una relación segura, en un espacio que pueda contener la complejidad de este trabajo; siempre es recomendable para poder procesar y observar tus respuestas físicas, emocionales y cognitivas a partir de estas experiencias. ESTO ES CRUCIAL PARA EL CAMINO PARA SANAR!
Atreverse a sanar es de valientes, el caminar en la psicoterapia puede ser incómodo, pero la satisfacción de encontrar cada día, una manera más auténtica de ser y estar en el mundo; imperfecta y compleja, es el regalo mas lindo de hacer parte de esta mundo, también complejo e imperfecto.
“El grito que escuchamos en la profundidad de nuestro corazón viene del ninx heridx en nuestro interior “
Thich Naht Hahn